"Intuición, Imaginación y creación", taller sobre "El perseguidor" de J. Cortazar

Los materiales que usa un artista no siempre son físicos, también son imaginarios y como tales se transforman inicialmente en el “espacio de la mente”, físicos o no. El artista puede transformar sus materiales en tanto encuentre un propósito ya sea de tipo cultural o imaginativo, si el proceso creativo consiste en una búsqueda personal ó si se trata de una tradición u oficio. Los espacios para las manifestaciones artísticas son diversos y van desde los auditorios, teatros y salas de exposición hasta las plazas y vías públicas. En ellos se lleva a cabo una representación de algo que puede ya tener forma, o que la adquiere en el momento de su ejecución o representación pública. Los espacios que se me ocurren como propicios para la transformación del material del artista son específicamente espacios físicos como la sala de ensayos de una agrupación musical o teatral, el escritorio o taller del escritor o el pintor, los diversos espacios que se le ocurra apropiado al artista para llevar a cavo su creación, sea un acto te tipo improvisativo o bajo un plan estrictamente formal. La persona que se hace llamar artista debe disponer de “materiales” para transmitir su creación, esta por cierto requiere de una forma, pero no siempre es una forma definitiva la que caracteriza a las obras de arte, algunas se siguen transformando en su representación. Cada artista transforma sus materiales a su manera y esta es producto de su circunstancia, por esto pienso que son infinitos los espacios propicios para que un ser humano se pueda expresar mediante la manifestación artística, y los materiales hacen parte de una transformación que les ha venido de tal suerte.

Un músico debe enfrentar diferentes clases de retos, para su imaginación, es decir, para aquello que él imagina como músico. Hay diferentes clases de retos, yo creo que unos tienen que ver con factores de tipo interpretativo, estéticos, técnicos, de tipo académico, y hay retos que involucran lo laboral y el desarrollo de una carrera artística profesional. En el primer sentido pienso que hay maneras de retarse a sí mismo con propósitos de progresar en cuanto a calidad artística, la búsqueda de conocimientos y criterios tanto intelectuales como el desarrollo un criterio estético para fundamentar el desarrollo de lo inmediatamente posterior que sería una búsqueda en el ámbito socio-cultural de tipo laboral, la cual ofrece diversidad de retos según los intereses y la circunstancia de la persona; la detección de un público objetivo en el caso de los músicos interpretes, la participación en convocatorias y concursos, el darse a conocer en un gremio laboral y ante la sociedad. En general la planificación de un orden laboral que le permita desarrollar sus expectativas. Me parece que son muchos los retos a los que se puede enfrentar un músico partiendo de estas dos ideas, si lo que de verdad quiere es satisfacer sus propósitos como artista sin renunciar a su libertad de expresión y usando la imaginación.

Es diferente la manera en que cada músico desarrolla su oficio, pues hay los llamados “músicos de oficio” y lo músicos independientes que desarrollan su propio “oficio” desde su creatividad e intuición. Para el “músico de oficio” las inquietudes pueden ser las relativas a su situación laboral por parte de la institución que lo contrata, la responsabilidad por parte de este por su labor, la cual seguramente está regida por ciertos parámetros, por ejemplo, quien compone música para televisión, quien hace parte du una institución sinfónica, el organista de una iglesia, el catedrático universitario, estos músicos deben responder por horarios, ciertos formalismos, un buen desempeño artístico, calidad humana en el sentido de las relaciones públicas en algunos casos, en otros es indispensable el no abandonar la práctica académica. Para el músico independiente y/o que se desempeña en el ámbito público ya sea como concertista ó compositor, sus inquietudes, además de una buena factura en sus ejecuciones, son sobre su público objetivo, su creatividad, su intuición a la hora de lograr una estética según sus propias convenciones y las del medio en cual se ha de desempeñar. Pienso que hay varios tipos de músicos de “oficio”, entre estos algunos se preocupan por interpretar música de actualidad o un producto que sea comercial, otros, como los intérpretes de músicas tradicionales cuya inquietud seguramente es la de hacer buenas presentaciones y el no perder de su oficio el factor que lo hace característico de una herencia cultural. Personalmente lo que más me preocupa es… mi inquietud es… ¿seré un músico de oficio?

Son diversos los saberes que debe usar un músico. Para mí la disciplina también es un saber el cual el músico debe poseer y poner en práctica. Cotidianamente nos enfrentamos a un público, en muchos casos se debe saber tener una buena relación con este. Pienso que se deben saber muchas cosas que van más allá de la sola ejecución de una pieza, a veces sucede que las personas más educadas sobre música son las que menos se pueden reconocer en la música que interpretan. Además tengo la impresión de que los músicos que no saben mucho sobre teoría musical simplemente la hacen con profundo sentido y teniendo en cuenta otros aspectos más allá de la calidad y el alto nivel técnico. El músico debe saber enfrentarse con dignidad a la sociedad.

La música se relaciona con las otras artes por el hecho de que son para los sentidos del ser humano. Las artes en general pueden tener un propósito establecido o no. Todas son consideradas “conocimiento”. Se enseñan en las escuelas, en las familias, en la calle o por mera intuición. Todas requieren de proceso creativo y son susceptibles de ser interpretadas. Todas las artes pueden interactuar. Búsqueda en torno a la armonía, la matemática. Se transmiten entre los seres humanos desde tiempos anteriores al mismo lenguaje de la lógica. Todas las artes son poesía, tienen el poder de comunicar.

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